Sars 2, Revelación y Crisis
El 12 de
enero del 2020, la organización mundial de la salud dio alerta al mundo por un
virus en el cual cambiaria la forma de vivir de toda la humanidad, en diciembre
del 2019 hubo un brote epidémico de neumonía de causa desconocida en Wuhan
provincia de Hubein china, lo cual cuando se conoció una extraña neumonía en
las personas, el centro médico de ese país empezó hacer sus investigaciones
sobre esa extraña enfermedad.
El 30 de
diciembre el comité de salud municipal de Wuhan informó a la organización mundial
de la salud que 27 personas habían sido diagnosticadas con neumonía de causas
desconocida, habiendo 7 de estado crítico, la mayoría de estos casos eran
trabajadores del mencionado mercado.
Al finalizar
el 2019, el 7 de enero del 2020 el mercado había cerrado y se había descartado
que el causante de la neumonía fuera el “SARS” conocida como enfermedad
respiratoria causada por este virus.
En el
transcurso del 2020 la situación cada vez iba más grave, el 12 de enero del
presente año las autoridades de china habían confirmado la existencia de 41
personas infectadas con el nuevo virus, quienes comenzaron a sentir síntomas
entre el 8 de diciembre de 2019 y 2 de enero del 2020, los cuales incluían
fiebre, malestar, tos seca, dificultad para respirar y fallos respiratorios.
La expansión
de la enfermedad hizo que la organización mundial de la salud el 30 de enero de
2020, la declara una emergencia sanitaria de preocupación internacional,
basándose en el impacto que el virus podría causar en los países subdesarrollados
con menos infraestructuras sanitarias.
Colombia es
uno de los países que están en vía de desarrollo, en temas de salud, el país no
ha tenido como tal la prioridad de tener siempre presente el personal médico, Hoy
la “peste” ha penetrado con fuerza en los sectores populares, transportada
principalmente por trabajadores informales y precarios a sus hogares, lo cual
esto conlleva a redescubrir como determinante de la salud hace su parte en
expandir las probabilidades de contagio. La desconfianza en las instituciones,
las diferencias en los modelos explicativos de salud/enfermedad, la pérdida de
vínculos con la alteridad nacional, lo masculino entendido como exponerse al ocultamiento
de la enfermedad por miedo al estigma y a los hostigamientos, y la necesidad de
alimentarse, parecen ser algunas de las formas de comprender la falta de apego
y aceptabilidad de las medidas preventivas en parte relevante de nuestra
población.
Por Adrian Fonseca Epalza
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