viernes, 3 de diciembre de 2021



Dora Cuervo, una luchadora del Mercado Claret

Desde la entrada de la Plaza de mercado de Claret, ubicada en Juan Atalaya, ya se puede sentir el olor a frutas, verduras, carnes, bebidas y demás que forman parte de este lugar, donde los olores de todos estos alimentos se mezclan y crean una fusión de emociones. Alrededor de 150 vendedores luchan día a día para convertir al mercado de Claret en un lugar en el que las personas puedan adquirir lo que desean y degustar de los mejores productos de la comunidad.

Dentro de esos 150 puestos de la Plaza, encontramos en el número 58 a María Dora cuervo Pardo, que desde que llegó, hace 38 años ha trabajado para ofrecer a la comunidad los mejores productos de calidad y excelente presentación. Una mujer de tez blanca, pómulos sonrojados, su rostro lleno de sudor por el trajín, y una gran personalidad, son las principales características que distinguen a Doña Dora. Hace saber que está totalmente agradecida por el tiempo y logros cumplidos con dedicación y esfuerzo en este lugar, que considera como su segunda casa.

Doña Dora, nació y se crio en Moniquirá Boyacá, hija de Leo Cuervo y Silvia Elena Pardo, Dora es la primera de tres hermanos. Su formación académica inicio en Colegio Integrado Antonio Nariño de Moniquirá, de donde se graduó con título de Normalista.  Con el trascurso del tiempo se ha formado para servir de la mejor manera a sus clientes, haciendo cursos en el Sena de manipulación de alimentos, microbiología de alimentos, atención al cliente y muy joven hizo un curso de chet, sin certificado pero que le dejo la mejor experiencia y aprendizaje, formación que le ayuda a ser minuciosa para comprar los productos que vende en su lugar de trabajo, pues para ella lo más importante es la calidad que puede ofrecerle a sus clientes por encima del precio.  

Llegó a vivir a Cúcuta a los 15 años de edad, a los 16 empezó a trabajar en un expendido de licores llamada la Garrafa en el centro de Cúcuta, y a los 19 años se integró a la asociación de usuarios de plaza del mercado de Juan Atalaya y desde entonces se levanta diariamente a la 1:00 de la mañana y se dirige a Cenabastos, a comprar y negociar frutas y verduras frescas para su puesto, llega a las 4:00 de la mañana al mercado, se dispone a organizar cada producto con dedicación y amor, pues ya casi comienzan a llegar los clientes, cuando apenas está saliendo el sol, 6:00 a.m. empieza a circular la gente, uno tras otro pasan por el puesto de Dora y los demás establecimientos que la rodean, con disposición atiende uno a uno hasta llegar la hora de recoger, 1:00 p.m. hora de hacer aseo  y dejar todo limpio para marcharse a casa cuando sean las 2:00 p.m. y así esperar la rutina del siguiente día. A pesar del sacrificio diario para ella lo más bonito y gratificante es que la gente la identifique, la prefiera e incluso la pregunten cuando por algún motivo no va a trabajar. Acepta que es un trabajo de mucha dedicación, esfuerzo, compromiso y amor diario, pero demostrando que si se puede salir adelante.

Es madre de 3 hijos que son su motivación, un diseñador gráfico, una diseñadora de modas, que actualmente estudia medicina y un subteniente de la Policía Nacional, quienes le sirven a la comunidad desde sus profesiones.  A quienes desde pequeños enseñó a trabajar en el puesto, a ser humildes, ganarse con esfuerzo las cosas y servir a la comunidad.

Como mujer trabajadora y cabeza de hogar, con carácter de una sola palabra, ha demostrado su poder como emprendedora en la comunidad, posee carisma, actitud, positivismo, que transmite a sus clientes y compañeros de trabajo, a pesar del cansancio que pueda tener, son experiencias que desea colocar de ejemplo para otras mujeres que creen imposible un sueño.

Y así entre personajes, colores, olores y sabores que se unen para formar este mercado tan concurrido en el barrio Claret, culmina la jornada de trabajo. 

 Por María Alejandra Cárdenas Ortiz


 

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